Hola a todos.
Hoy, os traigo un nuevo fragmento de El vampiro.
Un suceso conmociona a todo Londres. Becky compartirá sus sospechas acerca de quién puede estar detrás con Parthenia.
Una de las antiguas alumnas de Elizabeth Carlisle, Daisy Maning, apareció desmayada en Green Park. Un vagabundo la encontró sin sentido y con una herida en el cuello hacia el amanecer. Daisy no recordaba a ciencia cierta lo ocurrido la noche anterior. Su antigua profesora, que era desde hacía algún tiempo la nueva vizcondesa de Strathmore, fue a visitarla. Daisy habló a solas con ella. Le contó que había ido a un baile que se celebraba en casa de los Swanson. Un caballero la sacó a bailar y notó una extraña sensación cuando la tomó entre sus brazos para una contradanza. El caballero se ofreció a llevarla a su casa sin decirle nada a sus padres y Daisy cometió el error de aceptar. En lugar de llevarla a su casa, el caballero la llevó a Green Park. Aquel hombre la besó de un modo tan apasionado que dejó sin habla a Daisy. Pero aquel hombre no se contentó sólo con eso, sino que, de pronto, le dio un mordisco en el cuello. Daisy sintió cómo se le escapaba la vida, pero no hizo nada por huir. Tenía la sensación de estar como drogada.
Becky había ido a la mansión de los Westland a tomar el té.
-Supongo que habrás leído The Times-le contó a Parthenia-Ya sabrás lo que le ha pasado a la pobre Daisy Maning.
-El mundo está lleno de desaprensivos-opinó su amiga-Me temo que lady Strathmore ha sido una maestra bastante lamentable.
-¡Estoy segura de que lord Ruthven está detrás de ese ataque! Ese hombre...
Parthenia le tendió una taza llena de té a Becky.
Arqueó una ceja al escuchar cómo su amiga acusaba a lord Ruthven del ataque que había sufrido la pobre Daisy.
Parthenia bebió un sorbo de su taza de té.
-¿Cómo puedes estar tan segura de lo que dices?-interrogó a Becky-Lord Ruthven puede ser un hombre raro. Pero estoy segura de que es todo un caballero.
-No se relaciona con casi nadie-le explicó su amiga-No va a los Clubs. No tiene amigos.
-Pero eso no significa nada. No todos los hombres se dedican a perder su tiempo en los Clubs. Yo valoro mucho eso. En serio, Becky. No puedes decir que ha sido él quién ha atacado a Daisy Maning. ¿Qué dice ella?
-Dice que apenas recuerda el rostro de aquel hombre. Sólo puede recordar que tenía los ojos de un color rojo muy intenso.
Becky cogió una pasta y le dio un mordisco.
Parthenia había conocido a lord Ruthven casi al mismo tiempo que conocía a lord Draxinger. Lord Ruthven llamó la atención de Parthenia desde la primera vez que lo vio. Pero se vio acosada por lord Draxinger. En un primer momento, la joven se sintió atraída por aquel apuesto caballero que tanto interés mostraba en ella. Luego, la relación se enfrió debido a la mala fama que tenía lord Draxinger. Entonces, apareció en su vida el Príncipe Mikhail Kurkov. Un hombre que parecía estar interesado en ella, aunque sus planes eran más bien oscuros. Parthenia, aún siendo cortejada por Mikhail, seguía pensando en lord Draxinger. Finalmente, pensó que su sueño se hizo realidad cuando su amado le declaró su amor. Pero Parthenia no tardó mucho tiempo en despertar de aquel sueño.
Estaba al tanto de la mala situación económica por la que estaba atravesando su prometido.
-Lord Ruthven no tiene los ojos de color rojo-afirmó Parthenia-No puede ser él.
-Aún así, no me fío nada de ese hombre-insistió Becky.
-Te fiaste de Alec cuando lo conociste, a pesar de la mala fama que tiene. Y preferiría no tener que recordarte que tiene que casarse contigo.
-Es distinto. Alec y yo nos amamos.
-¿Tú confías en él, Becky? Dime la verdad.
-Si te soy sincera, no. No confío nada en él. Ha ido a visitar a lady Strathmore tras enterarse de lo que le ha pasado a Daisy Maning. Se ha ofrecido a ayudarla. Lo hace por lady Strathmore. No por Daisy...Sé que la amó en el pasado. O creyó amarla. Pero mi caso es distinto. Eres tú quien está en peligro.
-Voy a hablar con lord Ruthven. Aclararé que valoro mucho su amistad. Pero que no puede haber nada entre nosotros. Te diré una cosa. Le tengo mucho cariño a lord Ruthven. Siento que está muy solo.
-Puede que tu prometido sea un mal bicho, Parthenia. Pero no deberías de acercarte tanto a lord Ruthven. Ni siquiera como amiga...Hay algo en él que me asusta.
-Hablaré con él.
-¡Ni se te ocurra hablar con él!
-Tengo que aclarar las cosas con lord Ruthven. Después de eso, no volverá a verle nunca más. No quiero que piense mal de mí.
Becky bufó con gesto de fastidio.
-Iré contigo-se ofreció-Sé defenderme. Tu prometido te puede dar buena fe de ello.
Parthenia se echó a reír. Pero rechazó el ofrecimiento de Becky.
-Prefiero hablar a solas con él-le aseguró-Le enviaré una nota.
Becky la miró con preocupación. Parthenia se daba perfecta cuenta de que había cometido un error al mostrarse tan receptiva con lord Ruthven.
-Pero echaré de menos su compañía-se sinceró-Me siento cómoda cuando estoy con él. Siento que le puedo contar todo lo que pasa por mi cabeza. Y que él me escucha. Que me presta atención. Siento que soy la única mujer que existe para él.
-No digas eso cuando vayas a verle-le sugirió Becky.
-Pero es así como me siento.
Parthenia no soportaba los escándalos. Dejaría de ver a lord Ruthven porque no quería dar de qué hablar a las matronas cotillas de la ciudad. A pesar de que estaba en boca de todos debido a los numerosos escándalos que protagonizaba lord Draxinger. Pero le dolía pensar que no iba a verle. Sentía un pinchazo en su corazón.
-Tendré cuidado-le prometió a Becky.
Quien será el que le hizo daño a Daisy Maning? Que interesantísimo se está poniendo. Me gusta la insistencia de Becky tratando de proteger a Parthenia. Ya leeremos si ella esta en realidad dispuesta alejarse de Lord Ruthven.
ResponderEliminarUn Saludo
Hola Yessy.
EliminarBecky protege a Parthenia porque es su mejor amiga. Le advierte de que corre peligro. ¿Escuchará a su amiga?
¡Tienes que averiguarlo!
Un fuerte abrazo.
Qué ganas de leer más!
ResponderEliminarHola Jessica.
EliminarTe invito a que sigas leyendo.
Un fuerte abrazo.