viernes, 20 de diciembre de 2013

UN CABALLERO PERFECTO

Hola a todos.
El fragmento de hoy de Un caballero perfecto es un poco más corto que de costumbre.
Al tratarse de un relato más bien corto, espero que haberlo terminado la semana que viene.

                       Martha se despertó en mitad de la noche al escuchar el sonido de unas piedrecitas golpeando la ventana de su habitación.
                        Se puso de pie de un salto. Se acercó corriendo a la ventana y abrió los cristales.
-¿Quién anda ahí?-preguntó casi a gritos.
                        Bajó la vista. Se fijó en que Charles estaba en el jardín. Martha se preguntó si aquel joven se había vuelto loco.
-No se asuste, Martha-respondió Charles-He venido para hablar con usted. Lamento que tenga que ser a estas horas de la noche.
-Voy a tener que rogarle que se vaya-le pidió Martha, nerviosa-Va a conseguir que toda mi familia se levante.
-¿Ha hablado ya con Daphne?
-Intento hablar con ella. Pero tiene que hacer un esfuerzo en entenderla. Está destrozada. Yo me solidarizo con usted. Pero también pienso en ella.
-Lo sé, Martha. Y le ruego que me perdone por venir a molestarla.
-Le aseguro que estoy haciendo todo lo que puedo.
                     Martha se apartó de la ventana al escuchar ruidos de pasos en el pasillo.
-¿Con quién estás hablando, hermana?-oyó preguntar a Bárbara.
                    Martha se apartó de la ventana. Fue corriendo a acostarse.
                    Bárbara entró en la habitación de su hermana menor. Venía atándose la bata.
-Te he oído hablar con alguien-dijo la joven-¿Con quién era?
-Con nadie...-contestó Martha.
                     Barbará frunció el ceño. Había oído el sonido de las piedrecitas golpeando un cristal. Y había oído también la voz de su hermana hablando con alguien.
-¿Quién ha venido?-inquirió Bárbara-Me lo puedes contar. Puede que algún joven caballero esté interesado en ti. Pero no me agrada que venga a rondarte en mitad de la noche.
-Eran unos gamberros-contestó Martha, sintiéndose mal por estar mintiéndole a su hermana-Se han ido ya. Cuando me he asomado, ya no estaban. Además...Nadie me corteja.

2 comentarios:

  1. Uy pobre Marta veamos que pasa, te mando un abrazo

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    1. Hola Citu.
      Poco a poco, la historia va avanzando. Pero quedan muy pocos trocitos ya para que termine.
      Un fuerte abrazo.

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