Hola a todos.
Y, por fin, llegamos al final de esta pequeña historia.
Vamos a ver lo que pasa finalmente entre Ashley y Louis.
Se estaba haciendo tarde. Louis no veía la hora de regresar a casa con Ashley. Y la joven lo sabía.
-Está empezando a refrescar-comentó Ashley.
Louis alzó la mano. El moño que lucía Ashley estaba deshecho y él terminó de soltárselo suavemente. Recordó cómo había sido su noche de bodas. Louis había sido el hombre más amoroso del mundo. Había sabido encender el deseo de Ashley.
-¿Quieres volver a casa?-le preguntó Louis-No quiero que caigas enferma.
-Tengo buena salud-respondió Ashley-Y quiero volver a casa. Empieza a hacer frío.
-Volvamos a casa, cariño.
-Me da pena despedirme de las estrellas. De este firmamento...
Los dos regresaron a su casa cogidos de la mano. Disfrutaban demostrándose físicamente el amor que se profesaban. Al lado de Louis, Ashley se había sentido amada. Y quería demostrarle lo mucho que le amaba.
Subieron casi sin hablar a su habitación. Los dos cayeron desnudos sobre la cama y permanecieron acostados, muy juntos. Unidos...
La mirada de Ashley se posó en la ventana. ¡Qué hermosa es!, pensó. La Luna...Podía ver la Luna desde la ventana de su habitación. Tenía la sensación de que estaba soñando.
Louis se colocó encima de Ashley para besarla con adoración. Posó sus labios sobre el cuello de su mujer. Llenó de besos su adorable rostro. Recorrió con la lengua el cuello esbelto de Ashley.
Las manos del uno recorrieron el cuerpo del otro intentando memorizar cada lugar, cada rincón. Se susurraron palabras de amor. Louis no se cansaba de besar a Ashley y la joven le devolvía cada beso que él le daba.
Estaban unidos desde el primer momento en que se vieron. Cuando salieron a pasear por el jardín, supieron que su espera había terminado. Se habían encontrado. Ashley había encontrado al hombre de su vida. Y Louis había encontrado a la mujer de su vida. Su amor duraría eternamente. Los dos tenían aquel firme convencimiento.
El uno recorrió con los labios el cuerpo del otro. Sus respiraciones se iban haciendo cada vez más agitadas. Se necesitaban.
Louis llenó de besos los hombros desnudos de Ashley. Sintió la lengua de la joven recorriendo cada centímetro de su piel. Sus manos acariciaron la espalda de su mujer. Llenó de besos cada centímetro de la piel sedosa de Ashley.
Recordaron la época todavía cercana en el tiempo en la que Louis cortejaba a Ashley. Un cortejo que se llevó a cabo en unas circunstancias tristes para Adrianne. Recordaban los paseos que dieron bajo la vigilancia de la carabina y las conversaciones que tuvieron sobre ellos mismos. La carabina se hacía la sorda para darles más intimidad, pero nunca se separaba de ellos.
-Quiero hablar con su padre-le dijo Louis a Ashley durante uno de aquellos paseos-No veo la hora de convertirla en mi esposa.
-¿No cree que se está precipitando?-inquirió la chica.
-Le estoy hablando con el corazón. Quiero casarme con usted, milady.
-Me siento muy halagada, señor Norris. Y...Sí...Quiero ser su esposa.
-Entonces, hablaré con su padre. Iré a su casa mañana mismo y hablaré con él. Le pediré que me entregue su mano en matrimonio.
Poco a poco, Ashley y Louis se poseyeron mutuamente. Sus cuerpos se unieron. Fue una unión suave. Cargada de dulzura...Ashley miró la Luna. La vio más brillante que nunca.
La joven, al terminar todo, se abrazó a Louis y lo besó de lleno y de manera golosa en la boca. No le molestaba sentir el cuerpo de su marido encima de ella. Se sintió protegida y llena de él.
-Pensarás que soy una tonta, pero siento que esta noche es la noche más feliz de mi vida-afirmó Ashley. Louis la besó en la frente-Tengo todo lo que siempre he querido tener. He pecado en el pasado de caprichosa. Pero eso ya ha pasado.
-A mí me gusta complacerte en todo, amor mío-le aseguró Ashley-A mi lado, no te faltará de nada.
Louis la besó en los labios antes de apartarse de ella. No quería aplastarla con el peso de su cuerpo. La cabeza de Ashley quedó apoyada sobre el pecho de Louis. Solía dormirse escuchando los latidos de su corazón. El joven apoyó los labios contra el cabello de ella. Rodeó con sus brazos la cintura de Ashley.
La respiración de la joven se fue haciendo más tranquila. Era la señal de que se estaba quedando dormida.
Louis sonrió al contemplarla. Mi Ashley, pensó con amor.
-Duerme tranquila-le susurró. La besó en la mejilla-Estamos juntos.
Cerró también los ojos. Era el hombre más feliz del mundo. La Luna y las estrellas eran testigos de su felicidad en aquella pequeña isla escocesa al lado de Ashley.
Uy que romántico adore este capitulo, muy lindo. Te me cuidas mucho y te mando un abrazo
ResponderEliminarHola Citu.
EliminarHemos llegado al final de la historia de amor entre Louis y de Ashley. Dos jóvenes soñadores e románticos...
Un fuerte abrazo, amiga.
Y cuídate.
Que encanto de romanticismo. El final estuvo genial.
ResponderEliminarSaludos
¡Mil gracias por tus palabras, Yessy!
EliminarUn fuerte abrazo.