Hola a todos.
Hoy, seguimos con un nuevo fragmento de Cerca del manantial.
El fragmento de hoy es todavía más corto que el fragmento de ayer.
Rebeca sufre una recaída en su enfermedad.
Alicia pasó un paño empapado en agua fría por la frente de Rebeca. Su prima tenía mucha fiebre. Sentía que le iba a estallar la cabeza.
-Tu prima no va a tener un buen final-se lamentó Anabel-¡Lo vengo diciendo desde hace mucho tiempo!
Alicia no quería pensar en la posibilidad de que Rebeca muriese.
-Buenas tardes...-saludó un hombre de unos sesenta años, de pie ante el umbral de la entrada a la habitación de Rebeca-¿Ésta es la paciente?
-¿Quién es usted?-inquirió Anabel.
-Soy el doctor Germán.
-No hay ningún médico en la isla.
-Me han avisado de que venga aquí. Vengo de Arrecife. Me han avisado de que una joven de Montaña Clara se encuentra enferma.
El médico se hizo cargo de la situación. Traía un maletín consigo. Extrajo un estetoscopio y oscultó a Rebeca.
Le cogió la muñeca para tomarle el pulso. El corazón de Alicia pareció detenerse. El rostro del médico indicaba malas noticias. Y acertó.
Rebeca sufría fiebre cerebral. La angustia que experimentaba ante la ausencia de Lucas y la falta de noticias de éste se manifestaba a través de su cuerpo. Se sentía mal por ello.
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