domingo, 2 de febrero de 2014

UN CABALLERO PERFECTO

Hola a todos.
Hago esta entrada rápida. Se trata de un pequeño fragmento de mi blog novela Un caballero perfecto. 
Una tranquila tarde para las primas Bárbara, Daphne y Martha está a punto de tornarse preocupante con la llegada de una nota.

                            Fue idea de Martha el salir a tomar el fresco al jardín. Daphne no quería salir porque no quería ver a nadie.
-Sólo vamos a estar aquí, en el jardín-le aseguró Martha en cuanto salieron-Daremos un paseo. Tomaremos el fresco.
-Hace un Sol precioso-afirmó Bárbara-Hacía días que no brillaba el Sol como hoy. Tomar el aire es bueno, prima.
-Está bien-cedió Daphne.
                             Pero los recuerdos no dejaban de acudir a su mente. Recordaba las veces que Anthony le ponía las manos encima cuando se metía con ella en la cama y el asco que sacudía a Daphne en aquellos momentos.
-Me alegro de haber salido-comentó Bárbara-Necesito que te recuperes lo antes posible. Cuando me case con lord Dennison, debes de estar recuperada del todo. Si no, me voy a enfadar mucho contigo.
-¿Aún no habéis fijado fecha para la boda?-se extrañó Martha-¿Dónde está tu prometido?
                              Daphne fingía no oírlas.
                              A menudo, Anthony no había ido a dormir a casa. Esas noches, suponían un alivio para Daphne. Podía descansar. Y no entregarse a su marido.
                           Se esforzaba en ser una buena esposa. ¿Cuál había sido su fallo? Calló en numerosas ocasiones. A lo mejor, Anthony se había dado cuenta.
                            Había hecho las cosas de buena fe.
                            Se había notado demasiado el esfuerzo que hacía.
                             En la cama...En todo...
-Pronto nos casaremos-contestó Bárbara.
-No te veo muy ilusionada con la idea-observó Martha.
-Estoy preocupada por Daphne. Igual que tú...Cuando vea que está bien de verdad, entonces, empezaré a mostrarme más ilusionada con la boda. Le tengo muchísimo cariño a lord Dennison.  
                             Daphne se había quedado profundamente dormida tumbada en la chaise-longue. 
                              Sentada en una silla de jardín, Bárbara la contemplaba mientras dormía. Nadie había vuelto a mencionar el nombre de Anthony desde que Daphne sufrió aquel ataque de nervios. Sin embargo, Bárbara sabía que, antes o después, debía de hablar con su prima. Debía de obligarla a enfrentarse a la realidad de su matrimonio.
                               Y eso era algo que la angustiaba.



                      En un aparte del jardín, una de las criadas le entregó a Martha una nota. La criada se retiró y Martha desdobló el papel.
                      Respiró aliviada al darse cuenta de que se trataba de una nota de Charles. Pero el contenido de la misma la inquietó.
                       Se acercó a la silla en la que estaba sentada Bárbara. Le tendió la nota que había recibido de Charles.
-¿Tú sabías que los Woolf están en la ruina?-atacó.
                      Bárbara miró a su hermana atónita. Miró el papel que Martha le tendía. Lo cogió y lo leyó.
-He oído rumores-admitió-¿Cómo es que Charles Woolf te ha enviado esta nota?
-Eso no importa ahora-contestó Martha, algo nerviosa.
                       Bárbara leyó aquellas líneas varias veces. Trató de asimilar lo que había escrito en ellas.
-Entonces, es cierto-suspiró-En el fondo de mi corazón, deseé creer que Anthony Woolf estaba enamorado de Daphne. Ahora, veo que no es así. Mi cabeza tenía razón.
                      Bárbara se puso de pie. Notó cómo le temblaba la mano. Contempló con dolor la figura de su prima, profundamente dormida en la chaise longue. Daphne no sabía nada.
-Charles es ahora el cabeza de familia-comentó Martha-Tiene que hacer algo por el bien de ellos. Aunque le hayan hecho mucho daño. Anthony Woolf parecía tener hipnotizados a todo el mundo. Incluida a su familia...
                         Daphne se removió en el chaise longue. 
                         Estaba aún dormida. Pero estaba soñando con Anthony. En su matrimonio...Creyó oír hablar a Bárbara y a Martha. ¿Estaba soñando?
-Me preocupa más Daphne que los Woolf-afirmó Bárbara-Empiezo a pensar que también pudo haberle robado la dote.
-Papá se la dio a ella cuando se casó con con Anthony-le recordó-Al morir tío Stephen, papá estuvo administrando el dinero de Daphne. Cuando se casó, se lo devolvió. Ese dinero es de ella. Anthony no puede cogerlo sin su consentimiento.
-Nuestro querido primo político era mucho más listo de lo que piensas. Daphne hacía lo que él quería. Además, para coger el dinero, no necesitaba su permiso. Podía cogerlo él solo. Daphne nunca se habría enterado.

2 comentarios:

  1. Uy pobre Dapne el maridito que escogió. Ojala no la haya dejado sin nada. Un beso y te me cuidas.

    ResponderEliminar
  2. El amor es ciego, y Daphne esta poseída por su magia.

    ResponderEliminar