viernes, 3 de enero de 2014

UN CABALLERO PERFECTO

Hola a todos.
En el fragmento de hoy de Un caballero perfecto, veremos un nuevo encuentro entre Charles y Martha. Seremos testigos de cómo la atracción que hay entre ellos va en aumento.
¡Vamos a ver lo que pasa!

                        Charles llevaba algún tiempo viviendo en Inchmurrin y había oído algunos comentarios acerca de Daphne y de sus primas. Daphne era famosa en la isla por su inmensa belleza. Bárbara era famosa en la isla por su inteligencia. Mientras, Martha era bastante conocida por su carácter tranquilo. Ninguna de las tres jóvenes pasaba desapercibida.
                        Se las veía con frecuencia dando un paseo por el pequeño jardín que rodeaba la casa de los Kendix. Estaban muy unidas. Daphne no quería salir a la calle.
                        Un aura de misterio y de tragedia la envolvía. Daphne estaba rota de dolor. Tanto Henry como Cynthia se esforzaban en ocultarle las noticias que llegaban desde Edimburgo. La señora Woolf le había escrito una carta a Cynthia contándole que hacía semanas que no sabía nada de Charles. Y Cynthia creía que el cuñado de Daphne podía encontrarse en Inchmurrin.
                        Martha y Charles se encontraron de nuevo algunos días después en la playa. Martha fue la que llegó primero y se dedicó a caminar por la orilla de la playa. ¿Qué estoy haciendo aquí?, pensó la muchacha. No sabía el porqué había acudido a aquella cita. Charles no tardó en aparecer ante ella.
-Excúseme por la tardanza-se excusó el joven.
-He estado indagando un poco acerca de su hermano-le contó Martha-He hablado con Bárbara. Me ha contado algunas cosas que no me gustan nada. Mi hermana no quería contarme nada. Daphne no lo sabe. Su marido...Él no la quería. No le era fiel.
-Lo sabía. Los rumores que corrían acerca de Tony eran ciertos. Él mismo me lo contó.
-¿Piensa que Daphne debe de saberlo?
-Lo último que quiero es hacerle daño. Pero pienso que debe de saber la verdad.
-La verdad acabará matándola.
-Dígame lo que quiere que haga.



                        Charles se quedó admirando a Martha. Se fijó en que poseía unas facciones delicadas y dulces. Había unas pocas pecas salpicando su nariz que le daban un aspecto que Charles encontró adorable. Al compararla mentalmente con Daphne, el joven pensó que su cuñada salía perdiendo porque Martha era más bonita.
                       ¿Y qué estoy haciendo pensando en Martha de este modo?, pensó Charles.
                       La joven se ruborizó al sentirse observada. Veía admiración en los ojos de Charles. Nunca antes nadie la había mirado de aquel modo.
-Hable con Daphne-decidió Martha.
-No me quiere ver-le recordó Charles.
-Yo prepararé un encuentro entre ambos. No será ahora. Ya le avisaré. Daphne ha vuelto a recaer. No quiere salir a la calle. Esta situación acabará con ella.
-A menudo, pienso que Tony sigue ahí. Haciéndole daño. Daphne no se merece vivir atada al recuerdo de un hombre que jamás la amó. Aunque ese hombre sea mi hermano.
-Tiene razón.
                       Martha se fijó en que Charles poseía unos bonitos ojos de color azul oscuro de una mirada tan profunda que parecía leer cada uno de sus pensamientos.
                        Pensó que aquel joven era digno de ser amado porque veía bondad en su alma. Veía honradez en su corazón. Casi sin darse cuenta de lo que estaba haciendo, se acercó a Charles. Posó sus labios sobre los labios del joven. Esta vez, fue Martha quien le besó. Fue un beso cargado de ternura.
                        Cuando Charles se quiso dar cuenta, Martha se había ido. La vio correr.
-¡Martha!-la llamó a gritos-¡Martha!
-Ha sido un error-pensó la joven-Un error...
                         Esta vez, había sido ella quien había besado a Charles. Y él había correspondido a aquel beso.
                           Aún podía sentir los labios de Charles sobre sus labios. Entró en el recibidor y el mayordomo le preguntó adónde había ido. Martha no supo qué responder. Estaba como ida.

2 comentarios:

  1. uy adoro la atracción de Charles y Martha, te mando un beso y buen fin de semana

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  2. Omg… pero no! Pobre Daphne. Martha no debió besarlo, que descaro, sabiendo que pretende a su prima. Hehehe que pilla!

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