Hola a todos.
El título de la entrada de hoy lo dice todo. A mí sí me gustó la serie que hace unos años protagonizaron los Jonas Brothers para Disney Channel. Se llamaba Jonas.
No era ninguna cría cuando la vi. Ya tenía veintiséis años. No soy tampoco fan de los Jonas Brothers como cantantes. Salvo Burnin up, ninguna canción suya me ha gustado. No he visto Camp rock y, después de oír las críticas que tiene, ni ganas.
Pero sí he visto Jonas.
Para mí, sí era una buena sitcom. Y considero a los Jonas Brothers muy buenos actores cómicos, especialmente Kevin. Se nota que se divertía mientras actuaba.
Lo bueno de la serie era que, al contrario que en otras series Disney, no hay risas enlatadas cada dos por tres. Las risas enlatadas pueden llegar a ser muy molestas. Si habéis visto Bing bang, entenderéis a qué me estoy refiriendo.
Jonas contaba la historia de Kevin, Joe y Nick Lucas, tres hermanos adolescentes que habían llegado muy lejos en el mundo de la música gracias a su grupo de pop-rock Jonas. Vivían, no en la playa, sino en el centro de una gran ciudad. Y no vivían en una mansión fabulosa, sino en un parque de bomberos reconvertido en casa. Vivían con sus padres y con su hermano pequeño, Frankie, uno de los pocos niños no repelentes que he visto en televisión, de mirada inteligente y astuta. Si Frankie imitaba a alguien, creo que era a Damien, de La Profecía.
Los chicos iban al instituto. Tenían en Stella Malone como a su mejor amiga. Stella era una chica a la que le gustaban los cotilleos. Era extrovertida y carismática y su pasión era la moda. Era guapa, pero no era la chica más popular del insti. De hecho, recuerdo que el instituto al que iban los chicos no los dividían en subgrupos de populares-deportistas-empollones, como sí hacían en otras series.
Entre Joe y Stella empiezan a saltar chispas a medida que va avanzando la primera temporada.
La quinta del grupo era Macy, una chica apasionada de los deportes y fan enloquecida de Jonas, si bien puede hacer diferencia entre el grupo y los chicos que van con ella al instituto y de los que se hace amiga. Aunque, como fan, la locura de Macy puede recordar por momentos a la de la protagonista de Escalofrío en la noche. Siempre que está cerca de Kevin, Joe y Nick, cualquiera de éstos puede resultar gravemente herido.
La serie tenía mucho de autocrítica hacia el grupo y hacia su propio comportamiento como famosos. Recuerdo un capítulo en el que van a Inglaterra y Joe aparece ridículamente vestido ante la Reina Isabel II y ésta pone una cara muy rara.
La química que los Jonas Brothers tenían con las actrices que daban vida a Stella y a Macy era muy buena, especialmente, cuando Joe y Stella estaban juntos en pantalla. Se palpaba en el aire que entre ellos dos había algo más que una buena amistad de muchos años, como cuando los tres hermanos se sienten atraídos por la misma chica. Stella siente celos y trata, en vano de disimularlo.
Pero también existía una buena sintonía con los actores que daban vida a Tom y a Sandy, sus padres en la ficción. Buena prueba de ello es cuando celebran el cumpleaños de Sandy, su madre, pasando a DVD todas las cintas de vídeo que tienen, pero acaban borrándolas por error y su madre actúa de un modo pasivo-agresivo. No les grita. No les castiga. Les hace sentir culpables recordándoles lo mucho que les quiere, lo cual es todavía peor que mil castigos.
Tras una primera temporada inmejorable, a mi entender, la serie empieza a flojear a partir de la segunda. Tom, Sandy y Frankie desaparecen y los chicos se van a vivir a una mansión cerca de la playa en Los Ángeles, muy al estilo de Hannah Montana. Aún así, la segunda temporada tiene buenos momentos, como el complicado romance de Joe y Stella y la relación que nace entre Macy y Joe.
Por desgracia, Disney decidió cancelar esta serie en su segunda temporada.
Para gustos colores...Respeto a todo aquel al que no le guste. A mí me hacía sonreír esta serie en uno de los peores momentos de mi vida. Me hacía reír cuando lo único que quería era llorar. Sólo por eso, le estoy infinitamente agradecida.
Se puede decir que no refleja los problemas de los adolescentes. Creo que, a decir verdad, pocas son las series que han reflejado la adolescencia tal y como es. Dawson crece no terminó nunca de convencerme porque ni mis compañeros ni yo hablamos como si nos hubiéramos memorizado a Platón. Popular fue una serie que mezclaba la comedia más corrosiva con el drama más trágico y eso sólo funcionó con Weeds.
Salvados por la campana me perdí hace años con esa serie con tanto cambio de alumno y de lugar (lo mismo estaban en el instituto que trabajando en un hotel en la playa que en la Universidad que volvíamos al instituto con baile constante en el reparto principal).
Lamento que los Jonas Brothers se hayan quedado un poco olvidados. Pero pienso que deberían de probar suerte en el mundo de la comedia. Por los buenos ratos que me han hecho pasar, esta serie merece ser recordada.
Nick, Kevin y Joe Jonas.
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