lunes, 24 de marzo de 2014

EL VAMPIRO

Hola a todos.
Hoy, seguimos con un nuevo fragmento de El vampiro. 
A pesar de las advertencias de lord Ruthven, Parthenia no se va a mantener al margen de lo que le pueda pasar a la familia Knight.
¡Vamos a ver lo que pasa!

                    Parthenia regresó a su casa.
                   Lord Ruthven y ella habían pasado un largo rato besándose en la soledad de Hyde Park. Tenía los labios hinchados por los besos que se habían dado.
                    Entró por la puerta de la cocina. Si su doncella la veía allí, ya se le ocurriría alguna excusa. Tenía mucho en lo que pensar, se dijo así misma cuando entró en su habitación.

                       Al día siguiente, por la tarde, Parthenia decidió ir a visitar a lady Miranda. La mansión del duque de Westland estaba cerca de la mansión de lord Damien. Un mayordomo de gesto serio le abrió la puerta. La hizo pasar al salón.
-Milady está en el cuarto de los niños-le informó.
                     Parthenia se quedó de pie mientras el mayordomo iba a avisar a lady Miranda de su presencia. La joven recorrió el salón con la mirada. Tuvo la sensación de que faltaban muebles en aquella casa. Había oído que la situación económica de lord Damien era bastante buena. Sin embargo, algo debía de pasar cuando faltaban muebles en la casa.
-No sabía que fuera a tener visita-comentó lady Miranda mientras entraba en el salón-Celebro verla por aquí, lady Westland.
-Llámeme Parthenia-le pidió la joven-Necesitaba hablar con usted.
-Tome asiento en el sofá, a mi lado. Estaba ocupada con mi hijo. Se ha empeñado en jugar conmigo.
-¿Con su hijo? Perdone, pero creía que lord Damien y usted tenían dos hijos.
-Sí...Es una historia bastante larga y muy triste. No me gusta hablar de ella. Pero cuénteme. ¿A qué debo el honor de su visita?
-Milady, lamento mucho la muerte de su sobrina. Me consta que su familia lo está pasando muy mal. Sobre todo, por las circunstancias en las que murió. Pero vengo porque necesito hablarle de eso. ¿Se acuerda de Sally?
                      El gesto de lady Miranda se tornó serio. La joven odiaba recordar la época en la que estuvo en aquel odioso internado.
-Sally murió hace cosa de un año-contestó con frialdad.
-Era muy amiga suya-le recordó Parthenia-Necesito que me escuche con atención. Usted sabe que la vizcondesa de Strathmore está muy ligada a la familia de su marido.
-No entiendo hacia dónde quiere ir a parar.
                     Parthenia no rebeló el nombre de lord Ruthven. Pero sí le habló de los ataques que habían sufrido varias jóvenes en los últimos tiempos. Todas aquellas jóvenes guardaban relación con la familia Knight.
-Es posible que la familia de su marido tenga enemigos-opinó Parthenia-Necesito que recuerde los nombres de todas aquellas personas que puedan odiarles. Haga un esfuerzo. Es de vital importancia.

 

-Todas esas personas están muertas-afirmó lady Miranda-Mi tío...El Príncipe Kurkov...El hombre que agredió a Belinda hace años. ¡Todos!
                      La mujer se puso de pie. Empezó a pasearse de un lado a otro del salón.
-Podría preguntarle a mi marido-sugirió lady Miranda-Mi marido y mis cuñados siempre han ido al lado de hombres realmente detestables.
                    Se frotó las sienes. Sentía que la cabeza le iba a estallar. Había oído hablar de los ataques que habían sufrido aquellas jóvenes. A solas en su habitación, lloraba por la muerte de Sally. Había escapado de un Infierno en aquel orfanato. Sólo para terminar muriendo a manos de un depravado.
-Ese hombre puede volver a atacar en cualquier momento-afirmó Parthenia-Ya no se limita a atacar sólo a jóvenes que guarden relación con la familia Knight, Excelencia. Todos ustedes corren peligro.
-Usted puede parecer fría, pero veo mucha determinación en su mirada-opinó lady Miranda-Es amiga de la señorita Ward. La amiguita de mi cuñado...Ustedes dos tienen que cuidarse.
-No estamos hablando de un ser sobrenatural. Estamos hablando de un hombre de carne y hueso. Pero hay una diferencia. Le mueven instintos depravados.
-Hubo otras dos jóvenes que sufrieron un asalto similar. Encontraron a lady Sarah, la cuñada de la vizcondesa de Strathmore, con marcas de mordiscos en el cuello tirada en el suelo de la residencia de campo del vizconde.
-Eso no lo sabía.
-Y hay otra joven. Creo que se llama Annabelle. También la encontraron con marcas de mordiscos en el cuello. Y Sally...
                  Lady Miranda notó cómo sus ojos se llenaron de lágrimas. Le pasaba lo mismo cada vez que pensaba en Sally.
-Lamento muchísimo su pérdida, Excelencia-dijo Parthenia.
                     Se puso de pie y se acercó a lady Miranda. La abrazó con cariño y la dejó llorar. Hacía mucho que la mujer no lloraba por Sally, su gran amiga. Su hermana de corazón...

2 comentarios:

  1. Espero que pronto encuentren al asesino. Muy interesante se está poniendo,
    Saludes

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  2. Uy que suspenso, pones de todo en esta historia. Te mando un abrazo y te deseo una genial semana

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