viernes, 16 de agosto de 2013

PEQUEÑA HISTORIA SOBRE EL ORIGEN DE LA VIDA EN NUESTRO PLANETA

Todo era oscuro.
            Todo era silencio.
            La materia…Era un punto de densidad que no tenía fin. Y, entonces, tuvo lugar un gran estallido. Una explosión que nunca más volvió a repetirse. La materia había explotado. Una gran bola de luz lo iluminó todo. Se expandió la materia por todas partes. Y aquella expansión dio origen al Universo. Así se creó. De una explosión gigantesca de materia. El Universo…Ocurrió hace millones de años. Pero su origen sigue fascinándonos.  
            La temperatura había subido mucho. El calor hizo una parte. La otra parte la hizo la densidad. Aquellos dos factores fueron determinantes cuando se fusionaron partículas subatómicas en los elementos químicos.
            Pasaron algunos segundos desde que acabó la explosión. Las partículas de materia empezaron a alejarse las unas de las otras. Se extienden por todas partes. Ya no está oscuro. Ya no hay silencio. La materia está formada por las partículas más elementales. Electrones, neutrinos, fotones, etc.
            Es el origen de algo nuevo. Algo que está empezando a tomar forma. Algo que todavía sigue en constante cambio a día de hoy. Esta historia, de empezar en algún lugar, empezaría aquí. En el Universo…En el origen de todo…Porque hay que ir al origen para contar una historia. Porque el origen del Universo es el origen de todas las historias. O quizás soy una loca romántica. Pero me gusta empezar a contar mis historias desde el principio de todo.
            El helio y el hidrógeno fueron los primeros materiales en aparecer a partir del Big-Bang, nombre con el que se conoce a aquella enorme explosión. La densidad era elevada. Ello ayudó a que la materia se expandiera con más rapidez. Todo estaba a favor. El helio y el hidrógeno se expandieron. Al mismo tiempo, se enfriaron. Se condensaron. Dieron origen a las estrellas y a las galaxias.
            El proceso que viene a continuación es más complejo. Tardó más tiempo en completarse.
            La radiación residual de la explosión siguió enfriándose hasta alcanzar los -270 ºC.
            No se sabe a día de hoy lo que hará el Universo. ¿Se contraerá? ¿Seguirá expandiéndose?
           
            El Sol tuvo su origen hace 4.650 millones de años. Se formó gracias a las nubes de polvo y de gas que contenían residuos de anteriores estrellas. Era un gas metalizado. Gracias a él, de su disco circumestelar  nacieron los cometas, los asteroides y los planetas.
            El Universo sigue formándose. Ya ha nacido una nueva estrella. Es enorme y será conocida por el nombre de Sol.
            El Sol sigue siendo la estrella que nos da luz. Y seguirá así hasta que muera. Pero eso no va a pasar hasta dentro de 5.500 de años.

            Nuestro planeta, La Tierra, nunca tuvo el mismo aspecto. Hace cientos de millones de años, sólo había un único continente y el mar lo rodeaba.
            Esto ocurrió hace millones de años. Cuando todavía no había vida. La Tierra era una bola inmensa de rocas y metales formados.
            La temperatura de La Tierra era tan alta que durante millones de años los metales y minerales permanecieron en estado líquido. Poco a poco, la superficie se fue enfriando.
            A lo largo de millones de años, las placas se movían constantemente (y todavía se mueven) y fueron separando aquel vasto continente llamado Pangea, que vio nacer a los dinosaurios. Nacieron dos nuevos continentes. Laurasia y Gondwana.
            Los dinosaurios aparecen en el Triásico. A principios del Jurásico, Laurasia y Gondwana siguen separándose. Una avanzaba hacia el Norte y se convertiría en lo que hoy conocemos como Asia y Europa. En aquella época, estaban unidas a lo que hoy es América del Norte. La otra avanzaba hacia el Sur y se convertiría en lo que hoy conocemos como África y América del Sur.
            En el periodo Cretácico, aparecieron en el mar los grandes océanos. Entre ellos, estaba el océano Atlántico. La distancia entre Laurasia y Gondwana seguía aumentando.
            Hace millones de años, la vida hizo acto de presencia en nuestro planeta. Fue gracias a la estructura más simple jamás habida. La célula. Nosotros, los seres humanos, nacemos de una célula. Y nuestro origen está en esa simple célula.
            Nacieron hace 3.000 millones de años. Eran formas de vida unicelulares muy simples. Había bacterias y unas algas llamadas cianofíceas.
            Y la vida llegó a los mares. Esto ocurrió hace 600 millones de años. Había medusas, gusanos marinos y un crustáceo llamado braquiópodo. También aparecieron los trilobites, seres marinos de cuerpo rígido formado por secciones articulada que les permitía moverse. Los trilobites tenían unas patas similares a las patas de las gambas.  
            Hace 410 millones de años aparecieron las primeras plantas, que no tenían hojas ni flores y medían menos de cinco centímetros. Vivían en terrenos pantanosos. Aparecieron los primeros insectos, como los escorpiones, que se alimentaban de miriápodos, otros insectos que se alimentaban de las plantas.
            Hace 390 millones de años, los mares se llenan de peces, que fueron los primeros animales que tenían espina dorsal. Un pez que podía arrastrarse por el fondo apoyado en sus aletas tomó una decisión crucial. Apoyado en sus aletas delanteras, salió del agua y se quedó a vivir en tierra firme. Había dos tipos de peces. Los peces que tenían un esqueleto cartilaginoso y los peces que tenían un esqueleto óseo.
            Los anfibios aparecieron hace 370 millones de años. Evolucionaron a partir de aquel pez que decidió quedarse a vivir en la superficie. Los anfibios podían vivir tanto en la tierra firme como en el agua, donde ponían sus huevos. Se alimentaban de insectos, como ahora.
            El tiempo seguía pasando.
            Otros animales hicieron acto de presencia.
            Eran los reptiles. Aparecieron hace 310 millones de años. Llegaron a ser más numerosos que los anfibios. Se dice que un grupo de reptiles pudo ser el antecesor de los mamíferos. ¿Sería esto verdad? No se sabe. En el grupo de los reptiles nos encontramos con los lagartos, que hicieron su aparición hace 250 millones de años. Vivían en lugares secos, rocosos y montañosos.
            Aparecieron las selvas. Y eran inmensas. Más adelante, los homínidos vivirían en ellas. Pero esto no nos atañe. Por el momento.
            Los insectos voladores, como la libélula, aparecieron en esta época. Antes, los insectos estaban en el suelo. Eran los insectos más grandes jamás habidos. Podían medir 70 centímetros.
            Hace 245 millones de años, aparecieron los antepasados de los dinosaurios, los reptiles arcosaurios.
            Hace 220 millones de años, los dinosaurios dominaron el planeta Tierra. Los reptiles ocupaban toda la faz de La Tierra y algunos, incluso, habían regresado al mar, como los ictosaurios y los plesiosaurios.
            Otros permanecieron en tierra. Fue entonces cuando aparecieron los dinosaurios. No tardaron, como he dicho antes, en dominar la Tierra. Se dividían en dos grupos. Un grupo tenía los huesos de las caderas parecidos a los de los actuales lagartos. Se les conocía con el nombre de saurísquidos. El otro grupo tenía los huesos de las caderas parecidos a los huesos de las actuales aves y se les conocía con el nombre de ornotísquidos.
            Los primeros dinosaurios eran animales más bien parecidos a los lagartos, pero que caminaban sobre sus patas posteriores. Tenían largas colas que les servían para hacer contrapeso con la parte delante de su cuerpo. Las patas delanteras eran pequeñas y las utilizaban para arrancar o desgarrar, dependiendo del tipo de dinosaurio, su comida. Corrían con más rapidez los animales que caminaban sobre sus dos patas, lo cual les permitía atrapar a su presa, si eran carnívoros, o huir de sus perseguidores, si eran herbívoros.
            Algunos de los dinosaurios saurísquidos eran abundantes en todo el planeta hasta que apareció hace 100 millones de años el tiranosaurio rex. Medía 15 metros de altura. Su cabeza medía 180 centímetros. Estaba armado con dientes de 15 centímetros. Pesaba hasta 12 toneladas
            El tiranosaurio y otros dinosaurios como él eran los mayores depredadores que jamás han existido sobre la faz de La Tierra. Algunos dinosaurios saurísquidos eran herbívoros y, por lo general, solían ser más grandes que los carnívoros. Llegaban a alcanzar tal tamaño que tenían que caminar a cuatro patas. Tenían que apoyarse en el suelo para poder andar. Tenían las patas muy gruesas.
            Uno de ellos era el diplodocus. Tenía un cuello largo y delgado, con una cabeza pequeña en su extremo. La cola era también larga y delgada. Su cuerpo era voluminoso. Y sus patas eran gruesas. Medía 27 metros. Era el animal más largo que jamás ha existido en este planeta.
            Un dinosaurio parecido a él era el brontosaurio. No era tan largo como el diplodocus. Pero era más grueso y más pesado que él. Podía pesar hasta unas 30 toneladas.
            Pero no era más pesado que el braquiosaurio. Tenía un cuello largo y una cola corta. Era muy corpulento. Pesaba hasta más de 50 toneladas. Ello le convierte en el animal más pesado que jamás ha existido.
            Los dinosaurios fueron los amos de nuestro planeta durante millones de años. En la actualidad, se ha sabido que ha habido dinosaurios en todos los continentes. Hasta en La Antártida. 
            Desaparecerían millones de años después. No había hierba en aquella época. Tras la desaparición de los dinosaurios, fueron pocas las plantas que sobrevivieron a ellos.
             Casi al mismo tiempo que aparecían los dinosaurios, también aparecían los cocodrilos.
            Las cucarachas hicieron acto de presencia en nuestro planeta hace 30 millones de años.
            Las primeras especies de búhos aparecieron hace 84 millones de años.
            Tras el Jurásico, empezó el período Cretácico. Un período que se caracteriza por ser más cálido y en el que el nivel de los mares creció hasta cubrir gran parte de La Tierra. Los continentes chocaban entre sí, formando elevadas cadenas montañosas.
            Tras la desaparición de los dinosaurios, la vida no se acabó en nuestro planeta. No desaparecieron tampoco los reptiles. Los caimanes y los cocodrilos, de alguna forma, han pervivido hasta nuestros días.
            Las tortugas son unos reptiles que aparecieron en nuestro planeta mucho antes que los dinosaurios. Junto con las serpientes y los lagartos, las tortugas sobrevivieron al cataclismo que acabó con los dinosaurios y llegaron hasta nuestros días.
            Además, algunos reptiles evolucionaron a lo largo de millones de años de tal modo que dejaron de ser reptiles.
            Hace unos 150 millones de años, las escamas de algunos reptiles más pequeños empezaron a levantarse de su piel. Poco a poco, se fueron tornando en plumas. Se dice que ése fue el origen de las primeras aves que hubo en nuestro planeta. 

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